Nombre y apellido: Luciano Andrés Carniglia
Director: Edgardo M. Castro
Tipo de beca: Doctoral Tipo I
Período: 2012-2015
Título: Normatividad y resistencia. El problema de la forma de vida en la gubernamentalidad biopolítica.
Abstract
El presente plan de trabajo se propone indagar, partiendo del pensamiento de Michel Foucault, la posible respuesta en términos de una “política de la verdad” a una problemática clave de su pensamiento tardío: la dialéctica entre poder y vida tal como ha sido planteada a partir de la introducción de la noción de gobierno y que constituye un caso paradigmático de dicha relación situada en el centro de numerosos debates contemporáneos. Tal relación pone en el centro del problema político la cuestión de la normatividad que articula los dispositivos de inscripción de la vida en sus diversas formas de subjetivación. La omisión de un análisis adecuado de la misma es en gran medida responsable de las aporías a las cuales se han visto conducidas diversas elaboraciones contemporáneas del problema a la hora de pensar formas de resistencia al biopoder. En esta investigación desarrollaré la siguiente hipótesis general: es necesario para poder comprender la posibilidad de la resistencia en un contexto biopolítico una adecuada elucidación de los diversos modos en que vida y poder se articulan normativamente; así, la noción crucial de la cual todo análisis de la resistencia ha de partir es la de forma de vida como punto de imbricación de la vida y aquello que la informa. Por ello, la subjetividad – tanto entendida como subjetividad política cuanto, mas ampliamente, como sujeto que actúa, piensa y habla – debe entenderse como el emergente de la confluencia de la vida y los patrones normativos específicos en que se halla inscripta. En particular, sostendré (1) que es posible iluminar la problemática antes mencionada a partir del fenómeno más general de la normatividad que rige nuestro lenguaje; un análisis que parta del lenguaje revelará por un lado la ineliminabilidad de la forma de vida – desnudando las falencias de toda apelación a una vida sin forma como sujeto político – y por otro el modo en que el concepto de forma de vida alberga en sí una pluralidad que por ende no cancela de antemano la posibilidad de resistencia; (2) que, al mismo tiempo, la constitución de un mundo para la acción y la vida en común es el correlato de dicha normatividad: éste es el modo adecuado de comprender el concepto de ‘verdad’ en el sintagma foucaultiano “política de la verdad” que, por consiguiente, mienta el potencial liberador de un desvelamiento de la forma de vida en que estamos inscriptos como presupuesto de todas nuestras prácticas y, a su vez, exhibe de ese modo su contingencia.